Antecedentes personales e identidad

¿Cuál es tu nombre completo o cualquier apodo por el que prefieras que te conozcan? 

TAMI!

¿Dónde creciste y cómo tu ciudad natal ha influido en lo que eres?

Crecí en Haiming, un pequeño pueblo de Austria. Como vivo en los Alpes tiroleses, mi primera gran pasión fue el esquí alpino. Haiming también es la base de operaciones de una de las mejores ciclistas de montaña del mundo, Laura Stigger. Pasé todo mi tiempo años escolares con Laura y empezamos a montaren bicicleta juntas en el mismo club local. Club que me formó como la ciclista que soy hoy e inició la pasión que siento por este deporte. Solía montar mucho con chicos y tenía que seguirles el ritmo en las bajadas, lo que me ha convertido en una buena bajadora hoy en día. 

¿Qué es lo que más te gusta de la cultura y la comunidad de MTB?

Me encantan las amistades que construyo a lo largo de los años. Una de mis mejores amigas está en la copa del mundo y es genial vernos semana tras semana y compartir nuestra pasión juntos. 

Además, me encanta que en una semana de carreras hayan salidas en bici, ¡Especialmente las que vienen con café incluido¡ Con mis competidoras: puede que en la línea de salida seamos rivales, pero fuera de ella somos amigas y pasamos mucho tiempo juntas. 

Inspiración y creatividad

¿Quiénes son algunas de tus mayores inspiraciones, ya sea dentro o fuera del mundo del ciclismo?

Mi abuelo era alpinista y una gran inspiración en mi carrera deportiva.

Mikalea Shiffrin, como ex corredora de esquí, me siento muy inspirada por su trabajo duro y determinación.

Evie Richards fue una gran inspiración cuando era más joven.

Jenny Rissveds, por su destacado regreso.

Daniel Ricciardo, su gran personalidad.

De todos ellos me quedo con sus mejores características para aprender y ser mejor. 

Divertida y alegre

¿Qué es lo más raro o divertido que te ha pasado mientras conducías?

Una vez, en un gran viaje, no nos quedaba agua y estábamos en lo alto de las montañas... Así que llamamos a una cabaña al azar para pedir algo de beber, tampoco teníamos dinero en efectivo. El dueño de la casa se sorprendió muchísimo de encontrarnos allí arriba así que nos dio agua y pastel casero