En el Meatpacking District la primera caída del día llega antes del segundo café y es en línea recta y en llano. Iván rueda por el suelo agarrando las tres cámaras que lleva colgadas del cuello, como un carterista rodeado por la poli. Fini nos llama ‘fucking idiots’, Javi no sabe lo que ha pasado y yo veo todo desde detrás en directo y a cámara lenta. La sangre la aclaramos en Hart Bageri con agua con gas de a 10 euros la botella. Seb se toma un cortado. Yo un bizcocho de limón con semillas de amapola.
Lo del cisne nos hace reir aún más.
Fini mueve miles de vatios sentado en el culo del cisne y lo pone casi de manual. El que alquila las barcas flipa con Sebastian con el chaleco salvavidas y el casco puesto. De ahí hasta la sirenita nos cruzamos el centro de la ciudad moviéndonos ya con algo de confianza.